Entré a lavarme la cara y encontré a una señora arremangándose los pantalones junto a la puerta de un excusado, le hablaba a la persona que estaba adentro, le decía ¿Estás bien? ¿Quieres más agua? Yo, de metida, le ofrecí un dramamine por si acaso estaba descompuesta o mareada la persona que se encontraba dentro del excusado, y la señora con los pantalones arremangados, mientras cargaba agua en una botellita me sonrió y me dijo, no gracias, hija, se está lavando el popito.
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