lunes, 31 de mayo de 2010

La época de las veredas.

Llegando a la frontera del otoño con el invierno, las veredas toman ese tono sepia y melancólico que las hace tan veredas. Es la época en la que declaran su independencia. Su esencia madura. Su densidad se compacta, y se vuelven inalterables y lejanas sin moverse de su lugar. Nosotros las caminamos como siempre, como si fueran nuestras, pero nunca nos dejan formar parte de su paisaje. Quedamos despegados como en un chroma berreta. Las veredas en esta época toman distancia. Las veredas, en esta época, nos ningunean.
Será por eso que las escupimos.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Cien volando.

Voy a comprar a Norcof con un billete de cien pesos en un bolsillo y uno de veinte en el otro. La compra cuesta veinte, por lo tanto pago con cambio. Al llegar a mi casa, me saco la campera y busco los cien pesos para ponerlos en la billetera. No están. Un momento. ¿Pagué con veinte, o con cien? Con veinte, lo recordaba claramente. Entonces los cien se me habían caído en el camino. Vuelvo a Norcof mirando para abajo en modo rastrillaje. Nada. Una señora me pregunta qué busco. Le cuento. Me desanima, ya lo debe haber levantado alguien. Vuelvo desahuciada, enojada, recriminándome por colgada, tendré que ir al neurólogo? Estaba sumida en esos pensamientos cuando lo veo, muy orondo en el pasto de la vereda, de lo más tranquilo él, ignorando lo que su escapada había provocado en mi torre de control. Había muy pocas posibilidades de encontrarlo, pero ahí estaba, esperándome tras veinte minutos de orfandad. Me sentí muy afortunada, me sentí parte de una minoría porcentual, me sentí la excepción a la regla. Lo que temo es haber agotado mi cuota de buena suerte del 2010.

viernes, 21 de mayo de 2010

Vampirismo.

Siempre pienso que después de 12 horas de ayuno y con todo un tubito menos de sangre en mi sistema circulatorio, quedo al borde del desmayo, por eso cuando salgo del laboratorio me tomo un café con leche y me como un tostado en el bar más cercano, como si de esa manera recuperara rayitas en mi barra de estado, de rojo a verde otra vez (aunque creo que me estanqué en el amarillo). Mientras me volvía el alma al cuerpo, en la mesa de adelante estaban reunidos un tipo y una chica. Visitadores médicos. No es que yo sea maleducada, es que no puedo taparme los oídos para no escucharlos. Ella tendría unos 23 años, le decía que por supuesto el laboratorio no tiene la culpa de que su auto sea del año 2000 pero la verdad que se gastó medio sueldo en el taller los últimos dos meses… Zárate, Campana y Florida es una zona muy amplia para abarcar, hace más de 100 kilómetros por día, ella vive en Ciudad Jardín… el tipo, 50 años, voz grave y pastosa, perfume mezclado con olor a gigarrillo, pelo mojado, le dijo que el día anterior él había ido a La Plata y se le había roto el auto… esas cosas pasan… Le preguntó qué camino hacía, ¿ruta 8? ¿Camino del buen ayre? Si vas a 100 deberías tardar 40 minutos… ¡Qué grasa! Como si por cambiar el recorrido las cosas fueran a ser más fáciles para la pobre chica que después, cuando tomó coraje, le preguntó por el sueldo… porque termina muy cansada, tiene que perseguir a los médicos por todo el hospital para que la reciban, y todos los viajes… es agotador… Pero el tipo negó con la cabeza y se encogió de hombros, el laboratorio no puede incrementar los salarios por el momento. Yo a esa altura ya estaba tan frustrada como ella! Miraron la hora, se tenía que ir a Zárate… Se fue resignada, la reunión no sirvió para nada, sólo se le acumuló trabajo para el resto del día. Espero que por lo menos el tipo le haya pagado el café.

domingo, 16 de mayo de 2010

¡Quiero ver todas las manos arriba!

Qué lamentable es ver al músico en el escenario arengando un público que no le responde. Y más lamentable es ver que insista... (Hacete de abajo, chabón!!) Pero bueno, el público responde cuando lo que está viendo y escuchando le llega, cuando ve que el músico no toca para que uno levante las manos y aplauda sino que toca porque es lo que le sale por los poros, porque a través de su música expresa lo que le pasa, se divierte, intenta dar su mirada, intenta decir yo soy esto. No sé si será carisma, entrega, compromiso o las tres cosas juntas, pero cuando el que está en el escenario no lo tiene y pide que el público haga esto o aquello, pone en evidencia esa carencia, y si encima después sale a tocar al mismo escenario uno que la rompe, el contraste es fatal. En fin, mi humilde reflexión es que lo genuino sigue siendo lo más valioso que nos pueden dar los artistas. Como diría el auténticamente freak de Nimo: Por lo menos así, lo veo yo!

domingo, 9 de mayo de 2010

Linkeame que me gusta.

Es propio de esta era internética algo que podríamos llamar “el chichoneo de links”, que se articula en base a un ida y vuelta de enlaces ya sea por mail o chat, donde le son sugeridas a otra persona, canciones, discos, videos curiosos, etc, con el fin de agradarle, por supuesto. Es posible, gracias a la pluralidad de la herramienta soporte, tener con varias personas al mismo tiempo este tipo de intercambio “cultural”. Como me dijo un amigo, siempre es bueno tener varios frentes abiertos, y esta modalidad es funcional a ese postulado.

¿Qué me quiso decir con esta canción? Me han preguntado en varias ocasiones, fowardeandome al mismo tiempo el link linkeado. Es una pregunta recurrente durante la etapa del intercambio, ya que el receptor puede estar anhelando algún tipo de señal oculta en la letra de la canción, o en las imágenes del video… Algunos de estos chichoneos entretienen durante un tiempo y luego se diluyen, otros saltan al plano de lo real, donde una vez concretado el encuentro, decae la frecuencia del intercambio, y también, en contadas ocasiones, el chichoneo de links es la puerta de entrada a una relación con todas las letras. Tengo ejemplos para todos los casos, ya que es algo muy frecuente.

En fin, somos seres sociales y naturalmente tendemos a relacionarnos, y hoy hay todo tipo de herramientas que facilitan la comunicación... así que el problema debe ser otro…

Me pregunto qué antecedente tenía esta legítima técnica en los tiempos donde no había internet ni celulares… ¿quizás esos cassettes TDK grabados con canciones especiales? ¿y antes de eso?

*Un dato para que desayunen antes de viajar si van a hacerlo en avión desde Buenos Aires, un simple café con leche sale 18 pesos en el aeropuerto…