lunes, 10 de marzo de 2008

El tiempo pasa, nos vamos poniendo marzo.

Las notas sobre el comienzo de clases. Ya sea ponderando el esfuerzo de alumnos y maestros por llegar caminando a la escuelita rural o el testimonio del nene que empieza primer grado.
Los primeros partidos del campeonato de fútbol y algún titular de algún equipo que “arrancó con todo”.
De pronto otra vez hay medias para lavar. Y la ropa vuelve a tener bolsillos.
Las constantes lluvias que van barriendo el calor hacia el deadline del veintinuno.
La resignación en la calle porque todo sigue igual y el verano no le cambió la vida a nadie.
El horizonte de semana santa cada vez más cerca, los huevos de Pascua en las panaderías, el cartel de vuelta al cole en librerías y zapaterías.
Las revistas con la colección de otoño-invierno en los kioscos.
Los saldos de la ropa veraniega que nadie se llevó y que alguno se compra para el año que viene porque después de dos meses viéndola en todos lados se convence de que le gusta...

La sensación de que todo vuelve a repetirse. Y la euforia estival muta hacia una otoñal introspección.

2 comentarios:

Ana Clara dijo...

Me encanta esta época. Y me encanto como la describiste, en especial la frase final.
Beso

Xaj dijo...

"La resignación en la calle porque todo sigue igual y el verano no le cambió la vida a nadie"

Genial. Simplemente genial.

Es así, toda esta película ya la hemos visto y nos la vuelven a vender en la liquidación.

Saluditos.