jueves, 2 de abril de 2009

Pienso, luego callo. O no.

Si todo aquello que pensamos tuviera que ser captado por quienes nos rodean, vendríamos diseñados con un display en la frente como el Infotrans de los colectivos. Y así como leemos, por ejemplo en el 59, que tal D.T renunció a su cargo, podríamos leer en la frente de alguien que conversa con otra persona: qué mal aliento que tenés, cerrá la boca por el amor de Dios… Como le pasaba al pobre de Mel en esa peli donde escuchaba los pensamientos de las mujeres.
No es así, porque, gracias a nuestro Creador, (y lo pongo en mayúscula o letra capital porque cité a Mel que es súper religioso y quiero estar en concordancia con el personaje citado) como decía, los pensamientos son algo privado hasta el preciso instante en que decidimos sacarlos a la luz. Por eso me incomoda que, estando callada, me digan cosas como por ejemplo: ya, decime sin pensar, qué estás pensando?! Porque si tuviera la intención de divulgar aquello que estoy pensando, lo hubiera hecho! Entiendo que tengo la tendencia a no divulgar aquello que pienso en el momento en que vendría bien que lo divulgue… Pero es que me encanta pensar conmigo!
Sería insoportable saber qué están pensando todos en todo momento. Es más divertido pensar qué pensarán!

¿Ustedes qué piensan?

2 comentarios:

Mekler dijo...

ey muy bueno tu blog maque!

a ver cuando sale un libreto tuyo en cine!

Mekler dijo...

ja! iba a dejar un comentario y encontre uno mio... ahora no dejo nada...