jueves, 16 de febrero de 2012

Febrero, evaporate.

Aunque tenga menos días que los otros, para mí febrero es el mes más largo del año. Todos los proyectos están en veremos, las certezas llegarán en marzo, con suerte. Mientras espero, atrapada en un sopor mental que no me permite aprovechar el tiempo en algo útil, mi yo disconforme me reprocha el no haberme entregado al tranquilo y previsible amparo de la relación de dependencia, donde no parece haber mayores sobresaltos. Para colmo hace un calor espantoso, y pareciera que los minutos se derritieran y duraran más, tardando el doble en volverse horas y las horas días y los días semanas... A todos los independientes que me pueden entender, salud, y fuerza!