viernes, 21 de marzo de 2014

Dicho y hecho.

Y finalmente, el título del blog llegó a su máxima expresión, retiré lo dicho, borré un post, y no por haberme arrepentido de lo que escribí...
En Fb hay una bandeja de mensajes ("otros") donde llegan aquellos mensajes que te mandan personas que no están entre tus contactos, el otro día entré y me encontré un mensaje de una persona que me pedía que sacara un post bajo amenaza de carta documento y abogado (!).

El post en cuestión, o mejor dicho el post cuestionado, hablaba de un personaje del barrio de Coghlan, un ex boxeador (de quien no voy a dar el nombre!) que charla con todo el mundo, especialmente con las damas, y muchas chicas que leyeron el post empezaron a dejar sus comentarios, contando que este señor las avanzaba, les pedía el teléfono y las ponía incómodas. Entonces pasó de personaje pintoresco a jeropa peligroso. La persona que me pidió que saque el post dice ser la hija y al parecer estaba muy ofuscada con las opiniones que leyó: “…hola si vos escribis notas y hay una nota de mi papa que se llama retiro lo dicho yo te quiero pedir por favor que la borres dice muchas cosas que son y muchos insultos,lo tratan de todo y es asi es una gran persona que tiene familia y en la nota dice muchas barbaridades que no son… dice que vos escribiste la nota y te pido por favor que la borres yo ya la imprimí porque tengo un abogado pero prefiero hablar bien con vos y que la borres te lo agradecería mucho… entonces cuento con que lo borras yo ahora lo a chequear la verdad todo lo que pones vos y la demas gente una vergüenza y si sigue estando te mando una carta documento…”.

Así que ya saben, de ahora en más, si quieren contar sus experiencias con el ex boxeador que vende camperas de cuero, usen apodos, y en vez de jeropa peligroso, usemos el término galán piropeador inofensivo.

domingo, 12 de enero de 2014

Coto no me conoce.

Resulta que tenía que preparar un guacamole para llevar a una reunión, y decidí que en vez de ponerle limón, le pondría lima, que para mí es la diferencia entre un guacamole aceptable y un guacamole con un toque más gourmet.
Voy a Coto y en el cajón de las limas, el cartel decía “limones para caipirinha”. ¿What?
O sea, ¿todos los posibles usos de la lima quedaron reducidos a uno porque Coto nos conoce y sabe que la vamos a usar para la caipirinha? Me indigné en nombre de todas las limas del mundo y en nombre de la individualidad de cada uno de darle a la lima el uso que se le pegue la regalada gana. A pesar de que llevé limas para el guacamole, según el ticket llevé "limones para caipirinha". En fin, si seguimos así, me pregunto cuánto faltará para que en Coto las chocolinas pasen a llamarse “galletitas para chocotorta”.

martes, 14 de agosto de 2012

Blanco.

Estoy bloqueada. No tengo nada para decir. ¿Estoy bloqueada o no tengo nada para decir? Decir que estoy bloqueada ya es decir algo, o sea que definitivamente es lo primero.

jueves, 16 de febrero de 2012

Febrero, evaporate.

Aunque tenga menos días que los otros, para mí febrero es el mes más largo del año. Todos los proyectos están en veremos, las certezas llegarán en marzo, con suerte. Mientras espero, atrapada en un sopor mental que no me permite aprovechar el tiempo en algo útil, mi yo disconforme me reprocha el no haberme entregado al tranquilo y previsible amparo de la relación de dependencia, donde no parece haber mayores sobresaltos. Para colmo hace un calor espantoso, y pareciera que los minutos se derritieran y duraran más, tardando el doble en volverse horas y las horas días y los días semanas... A todos los independientes que me pueden entender, salud, y fuerza!

viernes, 25 de noviembre de 2011

Vivir para contarlo.

“Mi hijo se tiró un pedo!”. “Feliz con mi cafetera poronga!”. “El gasista me clavó y perdí toda la mañana!”…
Es un tema remanido y hasta retro observar el comportamiento de las personas en las redes sociales, además no se puede mirar de afuera estando adentro. Así que probablemente mi reflexión sea una batata. Pero últimamente tengo la sensación de que ahora se vive todo para contarlo, y que la experiencia de contarlo, de mostrarlo, es más importante que la experiencia de vivirlo.

Fui a un recital y la mitad de los espectadores con sus smartphones en alto grabando lo que pasaba para subirlo a su muro, en lugar de ver (vivir, disfrutar), grababan para contarlo, para mostrar a otros la experiencia que tuvieron (a medias porque se la pasaron grabando!).

En fin, terminé de leer “Los tipos duros no bailan” de Norman Mailer, es atroz, intenso, macabro y atrapante. Me puse a leer sobre él y me sentí identificada con algo que dijo en una entrevista (les debo la cita precisa):

“Conforme envejezco, me vuelvo cada vez más pesimista sobre la naturaleza humana. Creo que todos somos asesinos. Sabes, creo que todos tenemos dentro un asesinato y un suicidio. Y en la mayoría de las personas, al ser civilizadas, no sale a flote ninguno de ambos”.

Say no more!

sábado, 20 de agosto de 2011

"Tomo menos".

Mis amigas son tan buena onda con los mozos y mozas de todos los lugares a los que vamos, que yo siempre quedo como la ortiba que se queja por todo. El colmo fue la otra noche cuando la moza de un restaurante nos tenía que traer dos cortados chiquitos y uno en jarrito. No era taaaaan difícil de acordarse: dos chiquitos y uno en jarrito. Se ve que era tarde, la pobre ya estaba cansada, o estaba con la cabeza en otra cosa y nos trajo dos en jarrito y uno chiquito. Por mi cara se debe haber dado cuenta que había traído mal los cafés, pero mi amiga que había pedido chiquito y recibió jarrito, para que la moza no se ponga mal le dijo: no te preocupes, dejámelo y “tomo menos”. Genial.

Igual todos estos entreveros suceden porque alguien hace pocos años decidió que el cortado podía venir en dos tamaños…

viernes, 12 de agosto de 2011

"Yo no miro tele"...

Quién no ha escuchado esta frase en alguna reunión un sábado a la noche, en la cola del pago fácil o mismo en un encare de bar? Siempre es dicha con orgullo, casi como una declaración de principios, como si por no ver tele alguien fuera mejor, más inteligente o superior a “la gilada”. Para mí, no mirar la tele forma parte de las costumbres de una persona, no algo que le da chapa de capo. Pero demonizar la televisión queda bien, es más, en ciertos círculos confesar que uno mira la tele es casi pecaminoso… Porque se le suele endilgar a la televisión el bajo nivel cultural, la precarización del lenguaje, la escalada de violencia, la proliferación de lo chabacano, etc, etc, etc. Siempre me pareció una paparruchada culpar a la televisión de algo que sucede en la sociedad porque siempre creí, y sigo creyendo, que la televisión en todo caso es un rebote de lo que es la sociedad y nunca al revés.

Yo tuve la suerte de cruzarme en la vida con la gran maestra María Inés Andrés y aprendí con ella el oficio de guionista, que es ahora mi manera de ganarme la vida y sobre todo, es un trabajo que me divierte. Yo no como ñoquis, dejo en el plato el borde de las empanadas y no miro tele pero trabajo para que otros la miren. Sí, lo confieso, soy un soldado del ejército de Satán!