sábado, 20 de agosto de 2011

"Tomo menos".

Mis amigas son tan buena onda con los mozos y mozas de todos los lugares a los que vamos, que yo siempre quedo como la ortiba que se queja por todo. El colmo fue la otra noche cuando la moza de un restaurante nos tenía que traer dos cortados chiquitos y uno en jarrito. No era taaaaan difícil de acordarse: dos chiquitos y uno en jarrito. Se ve que era tarde, la pobre ya estaba cansada, o estaba con la cabeza en otra cosa y nos trajo dos en jarrito y uno chiquito. Por mi cara se debe haber dado cuenta que había traído mal los cafés, pero mi amiga que había pedido chiquito y recibió jarrito, para que la moza no se ponga mal le dijo: no te preocupes, dejámelo y “tomo menos”. Genial.

Igual todos estos entreveros suceden porque alguien hace pocos años decidió que el cortado podía venir en dos tamaños…

viernes, 12 de agosto de 2011

"Yo no miro tele"...

Quién no ha escuchado esta frase en alguna reunión un sábado a la noche, en la cola del pago fácil o mismo en un encare de bar? Siempre es dicha con orgullo, casi como una declaración de principios, como si por no ver tele alguien fuera mejor, más inteligente o superior a “la gilada”. Para mí, no mirar la tele forma parte de las costumbres de una persona, no algo que le da chapa de capo. Pero demonizar la televisión queda bien, es más, en ciertos círculos confesar que uno mira la tele es casi pecaminoso… Porque se le suele endilgar a la televisión el bajo nivel cultural, la precarización del lenguaje, la escalada de violencia, la proliferación de lo chabacano, etc, etc, etc. Siempre me pareció una paparruchada culpar a la televisión de algo que sucede en la sociedad porque siempre creí, y sigo creyendo, que la televisión en todo caso es un rebote de lo que es la sociedad y nunca al revés.

Yo tuve la suerte de cruzarme en la vida con la gran maestra María Inés Andrés y aprendí con ella el oficio de guionista, que es ahora mi manera de ganarme la vida y sobre todo, es un trabajo que me divierte. Yo no como ñoquis, dejo en el plato el borde de las empanadas y no miro tele pero trabajo para que otros la miren. Sí, lo confieso, soy un soldado del ejército de Satán!

miércoles, 3 de agosto de 2011

Snack five! (o Snack´ 5).

Estaba soñando y de repente los personajes de mi sueño se miraron entre sí con complicidad y uno le preguntó al otro: Snack five? Y el otro respondió: Snack five! Y se dispusieron a comer un snack que tenían ambos en su bolsillo, interrumpiendo el transcurrir de la trama del sueño.

Cuando me desperté me quedó resonando el snack five y se me ocurrió que podría ser un snack con cinco ingredientes saludables y que podría estar dirigido a los niños, onda: snack five, el primer snack saludable para tus hijos!

Comer sano no tiene por qué ser aburrido: Snack five!

Bueno, espero que en mi próximo sueño se me ocurra el planning y la estrategia de venta. Ya les contaré. Ahora me voy a comer un... snack a secas.