viernes, 29 de octubre de 2010

Te quiero por default (el amor expansible).

Cuando las personas que amamos tienen descendencia, esa nueva criatura pasa a ser, incuestionable e inobjetablemente, depositaria del mismo sentimiento, reciben, como cuando el banco te da una tarjeta, una extensión de ese amor. No sabemos nada de él, ni siquiera nos registra, pero nosotros nos ensanchamos y le damos cabida incondicional y amorosamente. Como un elástico que se estira un poco para que entre uno más en la ronda.
No es igual cuando las personas que amamos, familia, amigos, eligen un otro a quien amar, ahí no hay ósmosis, ni default, ni un carajo. Hay respeto (en el mejor de los casos!).

miércoles, 6 de octubre de 2010

Comer, rezar, amar (y reclamar la plata de la entrada).

Bueno, había oído por ahí que esto iba a pasar. Que debido a la crisis económica que afectó a los Estados unidos, el tema de las pelis comerciales, iba a modificarse. Que la ostentación, el consumo y el éxito, iban a dar paso a temas más “espirituales”. Y llegó la introspección a Hollywood… la búsqueda interior, el cuestionamiento a lo establecido, la aventura de conocer otras culturas y no sólo la americana... y claro, así descubrir que en Italia se toma rico café, se comen buenas pastas, se vive el fútbol con pasión, se disfruta de no hacer nada y que lo importante es la familia (y que hay unos chongos inverosímiles) ojo, y que en Nápoles si te descuidás te afanan. Desde Avatar que no veía una bazofia tan grande (y tan larga).