martes, 21 de septiembre de 2010

Estaciones.

Es tan perfecto que después de un invierno venga una primavera, que no hay mucho más que agregar, no?

sábado, 4 de septiembre de 2010

Como te digo una cosa, te digo la otra.

Acabo de leer un artículo que habla sobre la intención que queda revelada al elegir las palabras que usamos para formar nuestro discurso. Elegimos esas y no otras. Y hay que saber decodificar esa artimañana en el discurso ajeno porque los hábiles políticos se valen de ella para conseguir sus objetivos... Lógico, son políticos! Pienso que de la misma manera que elegimos las palabras, elegimos la ropa, elegimos el shampoo y elegimos el color del esmalte de uñas. ¿Y qué? Lo que percibo últimamente es que todos andamos con una gran lupa en la mano para definir urgente ante quién estamos. Como si en estos tiempos que corren, fuera menester declararse permanentemente si estamos a favor o en contra de algo, adoptar una postura, ya. No sólo en materia política, en todo. La polarización instaurada. Un gran muestrario de este fenómeno es facebook, cuando alguien se pronuncia a favor de algo, saltan sus detractores encarnizados y lo dilapidan yendo más allá del tema en cuestión, armando todo un perfil a partir de un mínimo comentario, que fue sólo la punta del iceberg... Descalificar al que piensa distinto está en boga. En fin... No es que yo sea un panqueque (o sí?), pero el nombre de este blog refleja que como te digo una cosa, te digo la otra.
(y si fuese un panqueque sería de dulce de leche, porque los de manzana son todos putos).