lunes, 12 de octubre de 2009

AR 1131

Hace mucho tiempo tengo en la cabeza esta imagen:
Es en un aeropuerto, en el lugar donde uno va a buscar las valijas que despachó. Está la gente ahí esperando. En la cinta transportadora en vez de venir valijas vienen cadáveres, cuerpos desnudos, obviamente inertes y con la pegatina identificatoria que ponen en las valijas cuando se despachan. Y la gente está ahí porque fue a buscar a sus muertos.
En fin…


Imágenes para completar el concepto...

http://pablomekler.blogspot.com/2009/06/dead-people.html

jueves, 8 de octubre de 2009

Nombre.

Algunos padres a la hora de anotar a sus hijos en el registro civil, pasan por alto que el que tiene que llevar el nombre elegido por ellos, es esa pobre criatura indefensa que acaba de nacer.
Cuando me preguntan cómo me llamo y automáticamente contesto con mi apodo, me dicen, Maque como maqueta? Sí…
Luego me dicen, pero ese es tu apodo, cómo te llamás, Macarena, no?
No, (y les digo mi nombre…)
Y ahí se despliega un abanico de preguntas y caras de estupefacción infinitas.
Qué?! Ah, pero tus padres son del Opus? Deben ser hiper religiosos! (no, la verdad que no, ojalá lo fueran, por lo menos eso los justificaría un poco).
Ah, cómo te cagaron! Por qué te pusieron ese nombre?! (Ni idea.)
Y tus hermanos cómo se llaman? Y les contesto, y me dicen, ah, a la única que mataron con el nombre es a vos! (sí, gracias por recordármelo).


Hace poco un oficial de migraciones del aeropuerto de Barajas consideró mi nombre muy español y me dejó pasar aunque no tuviera los requisitos para entrar. (No es suficiente para inclinar la balanza).

Por suerte, cuando éramos muy chiquitas a mi amiga Florencia no le salía decir María Jesús y me decía Maquechú, que en breve derivó en Maque, y es el apodo que me acompaña desde mi más tierna infancia.
Gracias, Flor...


lunes, 5 de octubre de 2009

I (corazón) Bob.

Durante cuatro días tuve la suerte de asistir a un seminario de guión dictado por un tipo que sabe mucho, pero mucho.
Era en un teatro grande, y el tipo en el escenario, solo (y sólo) con sus 70 años, hablaba durante 10 horas, con 3 recreos en el medio.
El talento del tipo para llevar adelante su tarea, su carisma, su experiencia, su claridad… me dejó pasmada.
Pero lo que más pasmada me dejó fue el comentario de uno de los asistentes al curso… veintitantos años, pelo revuelto, barba desprolija, anteojitos rectangualres de marco negro… que tras una clase magistral de técnicas, de procedimientos, con ejemplos claros y precisos, lo que sacó en limpio para comentarle a su compañero de asiento fue: es un viejo facho.
Pobre pibe.
Cuando salía del curso y contaba que lo estaba haciendo, y ponderaba (quizá fanáticamente) al orador, me preguntaban mis interlocutores ¿y qué películas escribió? Y yo contestaba, no, no filmaron ninguna de las 8 que escribió y vendió. Ah, entonces es un bocón… Si no escribió ninguna que conozcamos cómo puede enseñar a escribir?
Yo les decía que el tipo hace más de veinte años que dicta este curso en todo el mundo, su libro* fue traducido a todos los idiomoas y va por la edición número 37. Y me decían: Ahhh, ya tiene armado el kiosquito…
Qué le pasa a la gente?
Cuál es el objetivo de reducir, minimizar, relativizar y banalizar la experiencia satisfactoria que está contando el otro?
¿quieren ayudarme a abrir los ojos y que me dé cuenta de que no tendría que disfrutarlo tanto?
Eso es imposible, por suerte.


*"Story" es un libro de guión escrito por Robert Mckee, el tipo del que les hablé.