lunes, 28 de septiembre de 2009

Cosas que se parecen.

El pervinox y la salsa de soja.
Los perros y sus dueños.
La espuma de afeitar y las claras batidas a nieve.
Respirar abajo del agua y que se te vaya un arroz para la nariz.
Torito y Messi.
El olor a sangre y el olor a una pila sulfatada.
El sabor del hinojo y el sabor del anís.
La histeria femenina y la histeria masculina.
La primavera de este año y el invierno de siempre.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Ahh, la primavera...

-Hizo un brote, es esquizofrénico paranoico. No lo dejes volver a entrar a tu casa.- Me dijo alarmada por teléfono.
Y todo porque sus ojos nunca me habían mirado así.
Escuché que hablaba en sueños. Escuché que murmuraba algo aún en vigilia. No me preocupó, hasta me parecía divertido. ¿Lo de las voces que me contó, habrá sido cierto?
No te vuelvas loco. No te vuelvas loco.
Estaba drogado, como siempre. Pero ¿esos ojos?
-Tiene antecedentes de infancia, el tipo de anatomía cuadra, está en la edad donde empieza a manifestarse la enfermedad...- me seguía diciendo por teléfono.
Cómo una forma de mirar puede transformarlo todo, cambiar el presente, y lo que es más impresionante, el pasado.
¿Quién sos, quién eras entonces?
Abiertos como si alguien tirara de sus párpados para arriba. Duros y sin parpadear. Extraños de dar miedo.
Mi cabeza ardía de tanto procesar, resignificando todo a una velocidad intolerable. Su imagen se me caía a pedazos, como mampostería que se viene abajo sin que nadie pueda hacer nada.
-Mejor te vas a tu casa.-
-Siento mucha vergüenza.-
-Y yo mucha tristeza.-

-Te llamó?-
No.
-Lo llamaste?-
No.
-Mejor...-


Un ejercicio de algún taller, titulado "Brote". Muy adecuado para esta estación que comienza.